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Basílica Parroquia de Santa Engracia C/ Castellano, Nº 1 - 50001 Zaragoza

Etapa de San Cayetano 1938-1945

Durante esta etapa la Cofradía se marcó como principales objetivos, en esos momentos que faltaba de todo, aumentar el número de hermanos, procurar a los hermanos un hábito y dotar a la Cofradía del aparato ornamental para engrandecer la devoción por el paso de Jesús Camino del Calvario. Y así se llevó a cabo, para ello se realizó una greca para adornar el paso y se elaboraron cuatro faroles –también para el paso- y una Cruz Guía –que fue encargada a talleres Quintana, que realizó las funciones de estandarte y a la que se le colocó una reproducción del paño que portaba la Verónica del paso de Jesús Camino del Calvario-.

El aumento de hermanos vino a través de la admisión de gentes procedentes de los Talleres Mercier, presentados por Severino Arruebo. Estos nuevos hermanos participaron en la salida de 1939, entre ellos estaban Agustín Giménez Esteban, su hijo Agustín Giménez Artal, Francisco García Ibáñez, Manuel García Arroyo, Alejandro Asensio Bello y el primo de Severino y Ángel, Santiago Mercier Guillén. Junto a ellos destaca la presencia de tres mujeres: Maruja Bailo Guillén y Isabel Guillén Ereza –ambas sobrinas de Jorge Guillén Borruey- y María Dolores Ferrer Lancis. También se hizo hermano Alejandro Domínguez, que falleció ese mismo año de 1939.

Todos ellos hasta un total de 37 hermanos fueron los que salieron por vez primera con hábito el Jueves Santo, 6 de abril de 1.939. Sale nuestra Cofradía a las 23,00 horas de la Iglesia de Santa Isabel (nuestra sede canónica). El recorrido fue plaza del Justicia, arco de Toledo (actual Manifestación), plaza del Mercado (Lanuza), Escuelas Pías (Avda. Cesar Augusto), General Franco (hoy Conde de Aranda) hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia (Hogar Pignatelli), donde se celebró un acto litúrgico en memoria de la Oración del Huerto. En este acto cantó la escolanía del Hogar Pignatelli. La música durante la procesión, corrió a cargo de la banda del Hogar Pignatelli (Diputación Provincial de Zaragoza) y fue presidida por el Consiliario D. Francisco Izquierdo y el Hermano Mayor.

Al día siguiente, el Viernes Santo 7 de abril de 1939, a las 15.30 horas, tras un breve acto religioso se sale de la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia y se lleva el "Paso" a la Iglesia de Santa Isabel por Madre Rafols, plaza Salamero, Requeté Aragonés (hoy Cinco de Marzo), Independencia, plaza de España, Coso, Alfonso I, Manifestación, y plaza del Justicia para incorporarse a la procesión del Santo Entierro, que salía a las 18,00 horas. Veinte días después, el 27 de abril, Federico Bergua Oliván firmaba con la Hermandad de la Sangre de Cristo el documento fundacional de nuestra Cofradía.

Con motivo de la Semana Santa de 1940 la Cofradía pidió permiso a la Hermandad de la Sangre de Cristo, para que nos acompañase el Jueves Santo, la Guardia Pretoriana.

Jorge Sánchez Candial fue elegido Hermano Mayor en 1941 en sustitución de Federico Bergua Oliván ocupando el cargo hasta 1944. Durante ese año de 1941 la Cofradía vivió sentimientos dispares con el fallecimiento de Jorge Sánchez Catalán y Federico Bergua Oliván pero con el estreno de un acto nuevo: la recuperación del Santo Encuentro.

Para tan solemne ocasión la Cofradía estrenó paso, faroles cruz y 6 pebeteros. Los faroles cruz servirían como faroles cabeceros junto a la Cruz Guía, fueron donados por Carlos Guillén Borruey, estos faroles se convirtieron posteriormente en los faroles de las Caídas; mientras que los pebeteros fueron, donados por otro hermano y cuya función es la de quemar incienso, si bien no lo hacían, ya que sólo lo simulaban.

El Miércoles Santo 9 de abril de 1.941, tras una emotiva ceremonia consistente en la bendición del nuevo paso, bendición e imposición de hábitos a los nuevos hermanos y rezo del Vía Crucis, todo ello oficiado por el capellán D. Pascual Pérez en la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia (Hogar Pignatelli), se dio inicio a la primera “Procesión del Encuentro” de la historia de la Cofradía. Se salió a las 22'00 horas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia (Hogar Pignatelli) y siguiendo el recorrido de plaza del Portillo, General Franco (hoy Conde de Aranda), Ramón y Cajal, Diego Castrillo, arco de San Ildefonso se llegó a la explanada existente delante de la Iglesia de Santiago el Mayor donde se reunieron las dos Cofradías. Cada "paso", el de la Dolorosa y el de la Caída, entraron por lados opuestos de la plaza y ambos fueron avanzando hasta que se produjo el Encuentro. Un acto emotivo y de gran plasticidad recordando la cuarta estación del Vía Crucis, cuando Jesús encuentra a su Santísima Madre. Una vez en el interior del templo la predicación del acto corrió a cargo del M. I. Sr. D. Leopoldo Bayo. Después de la ceremonia ambas Cofradías regresaron juntas por Biblioteca, Salamero, Requeté Aragonés (actualmente, Cinco de Marzo), Paseo de la Independencia, plaza de España, Alfonso I, Roda (actual Santa Isabel) y plaza del Justicia entrando en la Iglesia de San Cayetano sobre las 24 horas. Presidió el desfile procesional el nuevo Hermano Mayor D. Jorge Sánchez Candial y le acompañaba el Comandante Jefe de la Policía Armada Sr. Ramírez Dabán. Acompañó a la procesión la Banda Provincial de Música.

Durante 1942 la Cofradía resolvió el conflicto que el nuevo paso le provocó con la Hermandad de la Sangre de Cristo. La solución llegó con la firma por parte de la donante de un documento el 8 de octubre donde donaba el paso de la Caída a la Hermandad para que fuera portado por la Cofradía de Jesús Camino del Calvario. Doña Romana falleció ese mismo año.

En 1944 es nombrado Hermano Mayor Carlos Guillén Borruey y lo fue hasta 1946 desde cuyo puesto evitó la perdida por parte de la Cofradía del paso de Jesús Camino del Calvario y llevo a cabo la idea que estaba en la mente de los cofrades desde la fundación, conseguir una sede canónica propia para la Cofradía. Tener esa sede suponía independencia, no depender de otras Cofradías y Hermandades, poder organizar mejor y mayor número de actos sin tantos condicionantes. De hecho el Hermano Mayor Carlos Guillén Borruey consideró este objetivo una labor prioritaria durante su etapa de gobierno. A lo largo del año 1945 la Junta de Gobierno consiguió, a falta de la autorización del Excmo. y Rvdo. Sr. Arzobispo, el permiso para trasladarse a la Iglesia de San Gil Abad. Por lo que confiando en salir procesionalmente de la nueva sede el año próximo, se decide hacer una serie de mejoras en el paso de la “Caída del Señor”.